miércoles, 26 de febrero de 2020

Criterio Literario de la Obra Literaria de Luis Eduardo Cortez Riera



El amor es un sentimiento de exclusividad: no se le puede decir a quien se ama,
te amo como a todo el mundo.
Freud, Sigmund

No es tarea fácil tratar de analizar una idea, si esta es una idea que en verdad no parece cuerda ni armónica para quien le da su mejor tonada, esto lo digo porque un buen amigo, me envió hace un año un libro que leí y que gano en el II Concurso Literario Antonio Crespo Meléndez, para ser más específico en la Mención de Crónica, su autor es el Cronista Luis Eduardo Cortez Riera mi buen maestro de andanzas, porque estimo mucho sus consejos y ayuda incondicional, en esta nos proyecta a un plano paradigmático sobre la vida y la obra de Rafael Domingo Uzcátegui. Más allá de la Enciclopedia Larense: Psiquiatría y Literatura Modernista, cuyo personaje perteneciente de la Comunidad de Curarigua, es para mí el padre de la psiquiatría Venezolana ya que sus ideas se centran en el hecho poético de los infieles y empedernidos de la poesía profana como son Adán Poe, Walt Whitman, los poetas detractados Baudelaire, Lautréamont,  Mallarmé, Verlaine, Moreas, y los latinoamericanos Rubén Darío y Leopoldo Lugones, a los cuales y desde la óptica de la ciencia de la psiquiatría positivista, son los que dieron partida al siglo de las luces de la Nuevas Voces poéticas del ahora o como lo explicara nuestro Rafael Villavicencio en su libro Más allá del Positivismo teoría que conjuga que los hechos van sujeto a los cambios que el hombre produzca en su hechos antropológico y axiológico.

Esto se ve muy reflejado en el habla Hispana con los aportes dignificados del libro como pieza fundamental para plasmar la historia, pensamientos que se susciten de década en década, no que yo diga que estos es un epilogo tardía para las ciencias humanas, no esto es un hecho u fenómeno verdadero de contemplarse como un aporte más a los historicismo social-ético, no es que los poetas son seres inertes e improductivos para la sociedad el hombre no es nada más un animal histórico es por índole un ser consciente de sus hechos y aptos no es que estos posee el calificativo de degenerados y enfermos mentales que han producido una literatura desvirtuada, feminista, quimérica, turbada, rigurosísimo criterio que emite basándose en la polémica obra del médico judío-húngaro Max Nordau Degenerados, escrita en 1892.

Es preciso remontarse por encima de los fenómenos inmediatos que dan muestra de la existencia para intentar analizar y comprender en toda su profundidad su significación, que está afectando a la configuración de los códigos elementales de nuestra cultura los que rigen el lenguaje, sus esquemas perceptivos, sus técnicas, sus valores, la jerarquía de sus prácticas que fijaban de antemano los órdenes empíricos en los que el Hombre se reconoce (Foucault). Estos códigos elementales que encontraban su justificación y/o articulación en las teorías científicas y filosóficas, que en un determinado momento de nuestra cultura, han dado razón de una cosmovisión del Universo, la Naturaleza y la Sociedad, a través de la cual el Hombre encuentra su espacio en dichos niveles.

De este modo Silva Uzcátegui se convierte en su epígono tardío al tiempo que asume un casticismo academicista en extremo conservador e  intransigente. Además debo de recalcar que hace poco el cronista Carlos Eduardo Falcón escribió un artículo en un periódico muy prestigioso tomando de este tema ideas muy puntuales pero no dándole algunos créditos sobre esta obra por desconocimiento o por no saberlo, he hay mi gran pregunta.   

Freddy Jesús Angulo Lozada

23-04-17


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jueves, 20 de febrero de 2020







 



A la Memoria Literaria del Poeta 
Jesús Enrique Barrios

El intelectual tiene múltiples formas para apreciar los enfoques exclusivos, que él requiera o cuando lo requiera según el tiempo y espacio que este desee, también contextualizar para sí dilucidar momentos creativos y humanos preciosos en los que el ser amado lo habita y lo interpreta al mundo, en su caso se da el resultado demográfico de su tierra nativa ciudad Úrica Estado Anzoátegui hasta nuestro vecino terruño Larense Barquisimeto, donde reside intrínsecamente desde el año 1966, porque digo esto, porque básicamente existimos y nos damos cuanta certera de que hacemos aquí, sentimos que vivimos lo que parece ser una absurda continuidad obligada a la inmortalidad.
Y si tenemos en cuenta los avatares de la intelectualidad de esta aprehensión del conocimiento con su posterior discernimiento, resulta ser  más preocupante para este poeta, pero es cierto que sus interpretaciones a sus demonios internos apasionaron su ejercicio de escribir para lo eminente de este mundo lleno de delirios e incertidumbres de angustias, por lo preciso que sea la palabra empeñada con mentira al desamar, según fuere los que experimentamos hoy en día, después de tantos dilemas.

En este orden de ideas, su arte poético universalizado para la futuras generaciones, deseosas por descubrir su libido creativo del uso de la palabra como medio de expresión en toda la métrica bidireccional de su retórica que pudo laborar en los albores culturales en la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” donde deja desarrollada toda sus obra escritural, que se ha de mantener vigentemente valorizada para la postrimería en los tiempos fluctuantes venideros.

Este bardo de fastuosa habilidad para hacer entender el silencio de la incredibilidad mediante su creación inteligible, pero como acción previa a su ascendencia, entendimiento esto como recurrencia preceptiva a este escritor, impulsarse más allá de lo que hay frente a sus sentidos comunes del diario acontecer, los que todos tenemos, pero que únicamente el verdadero artista reconoce, usa y transfiere hacia donde debe ir, hacia arriba, hacia el cielo gestor de la vida superior.

En su contenido más idóneo el Surrealismo. Esta su forma de aprehensión de lo que acontece en su mundo premioso de voz poética Epistolar, pero bajo lo real-subrepticio que soslaya realidades, no necesariamente intelectuales-racionales, sino prácticas del intelecto en su versión más autónoma porque autentica es, desde todo punto de vista, una magnificencia del ser humano que resulta siendo en verdad sobrecogedora, tan superviva como esencial.

Barrios, nos conduce aun surrealismo primitivo y mágico a la vez codificado de signos y símbolos, en claves para ser entendidas en qué hacer en esta tierra tan llena de vaivenes con desaires como remolinos del alma, entendiéndose un conjunto de expresiones auto-reconocidas que se mezclan con los deseos vitales en el tiempo y espacio, sin fin, en maneras sempiternas.
Resulta en extremo interés observar que en Jesús Enrique Barrios, poeta de una alteración inoportuna de las técnicas que no se tengan prejuicios alguno respecto a lo Escolástico-Poético-Barroco admitido universalmente, pues esta decir de sobra, que es un conocimiento apropiado en los sentidos elementales de su origen.   

Lo sorprendente es que sin perder control alguno en ese sentido, está su consolidada terquedad para ascender en todas, sus obras, un asunto expuesto con dulzura sólida y fuerte hasta obtener la capacidad de sobreponerse a las resistencias del humano que no tiene fe en la creación es lo que compete a una personalidad perspectiva, aguda y lo superficialmente apacible a nivel interno como para mostrar semejantes maravillas de obras: Preparativos para el cansancio, En calidad de humano, Alex y las hormigas, Cartas a Naxía (Primera edición, Aldea natal, Itinerario, Rigor de ocio, Usada poesía, Del mundo y de la aldea, Por rastros y raudales, Inevitable ejercicio, Mutilaciones, Ahogo y desahogo, Apremios de soñar, Breves y mínimas, Amor hasta el olvido amor, Otras contradicciones, Cartas a Naxía (Segunda edición),Filiación carnal, El libro de los no, Originales del silencio, De poesía y poetas, Choque de versos, entre otros más.         

Del poeta puede decirse que posee un talento único para la belleza. Y digo bien reencontrar, pues a veces se le topa en nuestro camino, pero se le deja escapar con una alta dosis de delito culposo, problema que Barrios resuelve en todas sus obras literarias, no tan solo para mostrar, si no solo para que quienes no tenemos su encontrada habilidad ascendente, volvemos a experimentarla siempre que nos extasiamos con su trabajo.
Este Hombre estructuralmente político por haber sido un preocupado de la vida humana con sus aciertos y equivocaciones fijas, posturas críticas de incuestionable valor-filosófico, sobre las que deja caer un gran espesura intelectiva en su bien atrevido verbo poético, acerca del cual sus espectadores gastan buen tiempo analizando la sintaxis percibiendo suspicazmente sus codificaciones y por siguiente, para la postrimería en ser discutidas.

Parodiando esta fantasía libertad discursiva de Barrios, es una conclusión intencionalmente autónoma de mi parte me atrevo a sugerirlo como un hombre extraordinariamente paradigmatico-futuristico, por esencia obviamente entendido esto desde si acepción más depurada posible, puesta ascendencia es el ejercicio más consolidado del religare que conlleva la naturaleza inmensa en todo su conjunto vital con el propósito de alcanzar la belleza sublime voraz poético en la amada y lo amado.
Jesús Enrique Barrios es para Úrica y para Barquisimeto en particular, un firmamento por deplorar y tratar de alcanzar, y ya sabemos que todo firmamento es infinito.

Barrios es un bosquejo valorado con justicia ha sido puesto en el sitio de honor que le corresponde al gran maestro que tuvo por ejercicio vital lo propio, lo auténtico y lo decididamente autónomo, con el fin último de embellecer la vida que nosotros, sus privilegiados espectadores de haber tenido el placer de conocerlo en persona, dejamos de ver en los momentos en que olvido no debería acontecer en su buena y grata amista que forjamos una ver en la Ciudad de Carora, por los Centros Literario de la Casa Chio de la UCLA de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”, Núcleo Dr. Juan Agustín de La Torre (NUJAT), Extensión de Agronomía.

Su trabajo es la gloria eterna de quien ama la trascendencia inverosímil y victoriosa, porque la belleza esta potestad inequívoca de quien jamás declina en su deseo de ascender con la fuerza magnifica del pensamiento.




.8.

Regresar jamás.
Avanzar siempre.
No importa perder
y menos errar.
Juntos en la paz
y en la guerra
para lograr vivir.

.66.

La razón inmediatamente
y la sensibilidad siempre.
La verdad para vivir ahora
y el silencio más allá de siempre.

Del Poemario Choque de versos.
1a edición, 2010
© Fondo Editorial del Caribe, 2010



Carora; 20-02-2020

freddyangulo1@hotmail.com