lunes, 25 de noviembre de 2019




Discurso “Dos Guitarras” de Juan Páez  Ávila
Por Freddy Angulo


Buenos días, a todos los asistentes a este celebre evento, hoy 29 de Noviembre de 2019. Día del Escritor y Natalicio de Andrés Bello. Nos reunimos nuevamente los escritores, poetas, historiadores y Cronistas de esta Ciudad de Carora, en esta insigne Casa-Chio enigmática Casona Cultural de nuestro intelectual Don Cecilio Zubillaga Perera, con el fin de homenajear al periodista y escritor Juan Páez Ávila, quien ya proyecta 86 años de vida escritural, es importante destacar su trascender por nuestra historia hablada y escrita, para mí es un honor de alto compromiso discernir sobre su obra “Dos Guitarras” donde nos relata con magnifico estilo de relato narrativo e investigativo, la vida de dos hombres nacidos para ser grandes en el género de la música Clásica-lirica de la Guitarra, instrumento que cualquiera no rasga y tocamagistralmente como estos dos Enaltecidos Guitarristas, este ejemplar es un esfuerzo intelectual invaluable para dejar memoria de estos hijos de esta tierra árida, es compuesta pues por una compilación de anécdotas y logros de sus dos personajes en la música ejecutada en el siglo XX de la cultura rural y nacional de la Venezuela folclórica, agraria y preindustrial de los saberes conceptuales, academicista y ontológicos de los impulsos de un país que se encontraba enrumbado al progreso de las nuevas innovaciones, su raíz embrionaria es dar una propuesta de Colección de rescate a la historia de la hoja de vida de los principales personajes que en esta describe, y cuyo fin objetivo, es dejar un asidero parafraseado de la vida inmortal de los embajadores de su ejecución armónica y universal de las cuerdas sonoras y una caja resonante como diría un buen celebre cantor de esta Venecia musical,esta obra nos describe los hechos contemporáneo que tuvieron que sobrellevar estos que fueron los dos impúberes que un día decidieron ser grandes para el oficio de la música en todos los lugares magnos que lograron brillar en todos los escenarios que pudieron contar con la presencia de estos insignes baluartes, además en el desarrollo de los capítulos de esta nutrida trabajo se puede evidenciar el impulso y la formación que lograron recibir de sus coterráneos y maestros con el sentido humano e espiritual del fundamento de nuestra música folclórica Venezolana, aunque para uno de los ejecutantes de este instrumento, me dijera un vez, que lo más hermoso de una guitarra, son “Dos Guitarras”, esto me lo expreso nuestro ya fallecido Alirio Díaz, quien en este libro Juan Páez, nos describe su duro y exitoso al final del camino desde el pueblo de la Candelaria hasta el Cuarto-Biblioteca de Don Chio, un niño que se hizo un día un hombre grande, por su don en el talento y la dedicación de la música a él se le debe su éxito y por otro lado, a otro niño que un día salió de nuestra peña musical como es Barrio Nuevo comunidad de la Ciudad de Carora, porque es bien sabido que el dicho, que está bien expresado por sus habitantes, “Qué Carora sin Barrio Nuevo, es como una Guitarra sin Cuerdas”. Este libro reúne además la trama que superaron estos dalis del arte musical para proyectarse fuera de nuestra latitudes cosmogónicas y salir a estudiar a Caracas al conservatorio de Ángel Lama, hasta llegar a los Estados Europeos y Norte Americanos a la Tutelas de virtuosas demaestros ejecutantes de este instrumento como son Vicente Emilio Sojo, Antonio Lauro, Laudelino Mejías, entre otros y el famoso guitarrista español Andrés Segovia, que curtieron con sus pensamientos inductivos y morales, en el espíritu sonoro de estos famoso integralesguitarristas, por eso son nuestro orgullo musical en el mundo, que todas las generaciones deberán seguir en el futuro más venidero,no se puede dejar pasar la oportunidad de señalar la influencia que tuvieron del célebre escritor del Diario de Carora don Che Herrera, quien un día pusieron a la orden este medio de información para describir y dar a conocer la vida de dos mejores hijos de esta tierra como son Rodrigo Riera (El Chueco Riera) como lo apodara cariñosamente la gente que lo conoció y Alirio Díaz que nos dejó con su vida musicalimportantes obras escritas para recordarlo el libro “Al divisar el humo de la aldea nativa” del Teatro y Casa Biblioteca que lleva su nombre. Hoy por hoy debemos agradecer este buen gesto a nosotros los Caroreños. Cabe realzar también el valor monumental que posee la Editorial Fundarte de la Alcaldía de Caracas en publicar esta obra en el año 1998, tan solo faltaban 12 años para adentrarnos a este siglo XXI, donde muchas cosas han cambiado vertiginosamente con la tecnología, este intelectual nos invita a no olvidarnos de los nuestros y de tener presente un nuevo contexto de la vida Cultural-histórica de la creatividad de nuestra nación, por eso podemos ubicarlo a la altura delos grandes escritores como nuestro intelectuales Arturo Uslar Prietí, Rómulo Gallego, Mario Briceño Iragorry, Mario Picón Salas, Guillermo Morón, Luis Beltrán Guerrero, Héctor Mujica, entre otros, que hicieron de la Literatura un oficio de vida para poder vivirla voraz y sensiblemente, en esta tierra que nos ofrece gracia y valor. Esta faena filosófica constituye un elogio a la vida artística de nuestra música folclórica y contemporánea, quien de nosotros pondrá juicio a esto que la música clásica, es una mujer hermosa que nos habita y asiste a contemplar la esencia de la vida creativa, para decir que es mustia pieza a la coyuntura que reúna la fidelidad y realidad de volver una y otra vez, a los telares de la juventud de la Aldea cultural que todos tenemos una expansión espiritual que nos dimensionan nuestro saber, que nos pertenece y nos engalana, a un nuevo mundo de invocaciones sonantes que afloren a un tiempo y espacio de grandeza inmutables para recabar y plasmar las acciones ejecutantes de estos dos personajes suscitados en esta obra, como lo afable y perspicaz de la dimensión de sus vidas. Este libro además de este autor, se puede notar los inicios fructíferos de la línea de influencia del realismo mágico de Gabriel García Márquez y el realismo futurístico material de Mario Vargas Llosa, este es uno de los intelectuales vanguardistas que se preocupó en dejar plasmado la permanencia global de estos músicos-concertistasque con su constancia existencial de esencia prodigiosa pudieron con sus manos contextualizar el lenguaje de los código de las seis cuerdas satíricas de la belleza magistral de estos magnánimos de la música tocada y escuchada por otros y sus coterráneos, nos adentran a una manera eclipsante del amor y la dulzura de la virtud más recóndita de la creación musical, y por esto es Carora referencia puntual a lo maravilloso de la naturaleza estética de los sentidos musicales Venezolanos. Por eso aplaudimos la digna y loable labor investigativa de este importante escritor dialectico para hacer transcender fuera de nuestra frontera, los códigos literarios de nuestra historia patrimonialcomo es el caso de la crónica, expresión vital a lo entrañable y existencialistaa la esencia de nuestra música Larense, que se hizo universal en el mundo bajo la destreza magistral de estos virtuosos músicos caroreños, intérpretes de la música clásica o popular en la riqueza versátil de nuestra comarca Caroreña, queestá cargada de poesía rítmica y narrativa conciudadana de pentagramas.






martes, 12 de noviembre de 2019

         

          EL RELATO POLICIAL EN UNA NOVELA DE JUAN PAEZ AVILA

                                                                                    Por: Freddy Angulo

El relato policial –tan escaso en nuestro país- encuentra lugar en la última novela del narrador caroreño Juan Páez Ávila: “Viaje a la incertidumbre” .Maltiempo Editores.Caracas.2012. Como parte de una trilogía que comenzó con “Crónica de una Utopía”. 2010, persigue la intención babélica de recoger la polifonía de voces que a modo del coro griego, van liberando los ropajes de los distintos actores que nacen a raíz del desplome  de la Venezuela de la modernidad, la misma que se trazó el camino a recorrer la madrugada del 4 de febrero de 1992, y aun hoy buscan domesticar la lava volcánica que cruza el cuerpo de la sociedad, capitoste de los golpes fallidos que como un castigo la mantiene sumida en una anomia.

Isa Montes es la excusa para borronear 250 páginas, mito-personaje que es uno y mil sujetos, Erinia diosa de la antigüedad griega, deidad cruel personificada en una mujer con rostro de ave de rapiña y alas de murciélago, encarna el castigo a las bajas pasiones del genero humano, también se le conoce como Las Furias que la venganza ilustra con más detalle, se suele asociar como la Némesis. Esta Isa Montes posee la particularidad de mutar, personaje proteico, que guarda estrecha relación con la memoria superficial del narrador traidor , cuyo engarce oculto convergen el demiurgo y el encantador de vidas, en esta narración de historias banales se rinden pleitesía y se obliga a que caigan de rodillas debilidades mundanas como la tentación de la carne y el culto por la frase meliflua, que emplean como código referencial las mujeres gato cuando quieren vencer a sus amos domesticador del látigo  y el báculo de pastorear pueblos.

En contraposición de los niveles del discurso se impuso unos profundo o subterráneo, donde una villana sartreana,una delincuente en el discurso ambiguo en la connotación del materialismo marxista que ya ha sido abandonado por la crisis de la filosofía de fines del siglo XX. Se trata de antiguos héroes sacados de los manuales de la antigua URSS, trasplantes mecánicos de la dictadura caribeña de Fidel Castro. Cuando se cruzan las coordenadas de ciertos significantes, se desnudan las viejas historietas y en su lugar emergen una Isa Montes, una Mariza, un Pancho Montes, una Rosana, un Portales, un Aníbal Correa, un Domingo Noriega, los Jonás Barrientos; bestiario fantástico habitado por Jorge Luis Borges, reseñados por las policías nacionales y extranjeras como el FBI, la DEA y el DAS colombiano.

A Juan Páez Ávila se le ocurrió la genial idea de despachar sus historias de antiguos guerrilleros de pie de monte andino y actuales  capos del narcotráfico, desde una estructura narrativa correspondiente al relato policial, allí se dan cita en un escenario coránico jueces y fiscales venales; todos protegidos por la complicidad de las policías del régimen  con leyes aplicadas por un Estado en franca retirada. L a estructura de novela policial le ajustó como anillo al dedo, episodios serializados que se cortan de plano para dejar fluir sermones moralizantes manidos donde se asoman felones y truhanes de la picaresca que engendró el gánster del chicago de la gran depresión; reptiles con disfraces de revolucionarios  ajustados al Manual del Guerrillero del Che Guevara. Circo fatal que sigue muy de cerca a Manuel Vázquez Montalbán con su anti-héroe arquetipo Pepe Carvalho, en este libro de un viaje hacia nada se nota que el narrador ha cogido el guante correctamente, con buenas historias de un país volcánico, que dejó atrás a la fauna preglacial de un Salvador Garmendia; fijando escuela desde el tanteo y la brusquedad que le imprime a su pregón.

Isa Montes o el narrador de la emboscada donde cada segmento conforma una búsqueda al sicologismo , a través de decoraciones teatrales que les sirven de bisagras, con la trampa de un lenguaje del periodismo reporteril donde lo único que salta a la vista es el truco de la imagen de los masmedia y las postergaciones de un tiempo y un personaje que flota como en una atmosfera del Mar del Norte, es la neblina o la ceguera de los impresionistas, nunca se completa la narración: son los crímenes no resueltos, que llaman cangrejos en el argot policial, que falta nos hace un Fermín Mármol León de “Cuatro Crímenes, Cuatro Poderes”. Isa Montes atraca bancos, crea frentes guerrilleros, reparte armas y municiones, viaja por el mundo a países parias que financian el terrorismo, pero no existen evidencias concretas, siempre es el parte policial o de inteligencia de las agencias, selva de confidencias que van sobrealimentando al lector.

Es una buena novela ya que rompe con los moldes tradicionales del viejo realismo, herencia  que arrastramos del boom latinoamericano. “Viaje a la Incertidumbre” atrae  y provoca  repulsa como en un proceso dialéctico, sus ancestros lo entroncan con lo mejor de la picaresca, su linaje cervantino respira a “Rinconete y Cortadillo”, también en un solo curso lo mejor del clásico policial con Agatha Christie con su Hércules Poirot, también se da cita Umberto Eco con su “En Nombre de la Rosa”.

                                                                                                Noviembre 2019


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lunes, 4 de noviembre de 2019





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El Universo Literaria en la Novela Palabra de Mujer
del Intelectual Juan Páez Ávila

Desde que empezó a incursionar su vida activa como célebre escritor y periodista, se inspira en el curso de las letras de nuestro novelista Rómulo gallegos, Miguel Otero Silva y Mario Briceño Iragorry que influyeron en el mismo, este hijo ilustre de las tierras áridas de la San Francisco población de la Otra Banda de Carora y la cual es su obra celebre, reeditada por la Universidad Yacambú; deeditores Maltiempo, este lugar fue el que marco su instinto de escribiente. Por eso puedo decir que al toparnos en su ideario plural de la pequeña familia construido con sus pequeñas cosas, decir las más sencillas, se pasea uno por un mundo mítico a la vida de la gente agropecuaria, para su sentido común este usara, el relato histórico como recurso literario, para cimentar dicha obra la cual recoge todo el manifestado por sus coterráneos, uno que después de salir de su nutriente suelo, quiere regresar de nuevo y contar lo bueno que le ha pasado como un especie de hijo prodigo, que regresa triunfante a su lar.

Es tangible e admirable que uno se preocupe por preservar y copilar la historia de uno o de otros, este es el caso del libro que este intelectual dedicara a Don Chío Cecilio Zubillaga Pereira, obra magna que catapulta su acervo creativo como escritor, en el nos presenta a un Chío, genio, celebre descubridor de sujetos con talento, su libro para el poeta Alí Lameda: El Viajero Enlutado, Editorial Oveja Negra, Esta novela la pude encontrar en la biblioteca del propio poeta “Alí Lameda en la Casa Chío de  la UCLA, como ayudantía ordinario de trabajo de recuperación y fichaje, esto fue en mi tiempo de estudiante de T.U.S. en Agropecuaria, en el Núcleo Dr. Juan Agustín de La Torre, es una trama critica donde se describe el crudo sufrimiento del poeta y además nos permite conocer su palabra poética hecha en el fondo fraudulento del calabozo su tristeza y melancolía, el libro de las Dos Guitarras de Carora y el Mundo, textos que magnifica la música lirica de los maestros Alirio Díaz y Rodrigo Riera, es turbulenta su clima esquemático en su prosa.

En los Coroneles de Carohana, obra que llega a mis manos, gracias a un encuentro de escritores en Asociación de Escritores del Estado Lara (ASELA), en Barquisimeto, al leerla pude conocer el desenvolvimiento de la vieja Venezuela mitológica preindustrial del Dictador Juan Vicente Gómez, una novela epistolar que nos narra la vida de costumbres de agobio y luchas de la época terminadas  en rencillas de los Reyes Vargas, peleas filiales y melancolías, con cólicos liricos, su más reciente Obra “Palabras de Mujer” nos muestra la futilidad y fecundidad  la mujer de esta época actual, la cual es objeto deslumbrante de las vicisitudes de los delirios, es unanálisis puntual enfoque de los tratados de nuestra nación con los otros países hispanoparlantes, un bastión este historiador para las fututas generaciones, un enamorado de su amada, este nos construye con sus relato las penurias de los instintos más bajos y viles del ser, pero este nos abre un mundo de vertientes, que al final de cuanta serán los lectores a juicio justo, quienes dictaminen con su percepciones críticas la admiración de su narrativa, valla este tributo bien merecidoa su labor contante intelectual que enaltece la histórica de la nación.


Freddy Angulo
Carora; 08-05-2016







lunes, 30 de septiembre de 2019


Poeta. Freddy Angulo Lozada


Este discurso fue pronunciado por el autor en el Simposio de los 450 Años de la Fundación de la Ciudad de Carora, el cual fue convocado por los Escritores que convergen actualmente en el Ateneo Guillermo Morón de Carora.

Sinopsis la Joven Poesía Caroreña
Aunque ya está reconocida en el panorama Local, Regional, Nacional E internacional, la joven poesía que se produce actualmente en la ciudad de Carora, por alguna razón ya tuvo su primer momento por la mano de escritor e historiador Guillermo Morón, en su obra Poesía Larense, trabajo que contempla el hecho poético para el año 1951, una compilación estructural de las voces que exaltaban las bellezas inmateriales e humanas de nuestra querida Carora, fue la primera Antología de poetas Caroreños, producida para ese entonces, tomando en cuenta a todos los bardos que conjugaban el verbo poético para crear uno o varios poemas, se tomaría en cuenta un segundo período por el intelectual Dr. Juanhildemaro Querales, denominada Estudio Bibliográficos de la Poesía Larense, libro menor Nº 14, Academia Nacional de Historia, Caracas, 1981. Un estudio critico ejecutado para recabar un estudio preliminar como una introducción al análisis total de este lugar, es una quimera literaria bajo la tutela del autor en el centro Lara dado por la tertulias de Chio Zubillaga Perera girando por la estirpe del instituto Mosquera Suarez, es un aporte Literario para la Venezuela, un esfuerzo bibliográfico que llena un amplio espectro para la memoria histórica de los creadores de la palabra del país, constituye en su haber 33 trabajos de Libros y Folletos al momentos literario generado al siglo XX, una verdad patronal como péndulo del alfabeto cronológico de la poesía larense lapso 1874-1980, un total de 203 fichas fragmentadas en premio literarios del CONAC, un libro que nos capitula un intervalo poético-literario de la nación de estas letras como dijera José Luis Borge en esta Ciudad letrada. En la historia también en centraremos un tercer preámbulo literario de nuestra poesía escrita, esta estuvo impulsada por el Cronista Barquisimetano Ramón Querales, a través de su investigaciones y recopilaciones elaboró una seria de 10 Tomos, bajo el título de Poesía Larense, 1994, donde recoge una selección de textos determinados de las voces de los escritores publicados en la prensa Venezolana entre el periodo de 1900 a 1935, además se puede destacar lo expresado por el autor, que en sí, no es una serie de Antologías, sino que más bien, es un compendio embrionario de obras literarias que fueron investigadas por si, con el fin de ponerlas a la disposición de los lectores del momento, cabe destacar lo emulado por el autor ejecutor de estas obras que en el tomo I y II, se encuentran la poesía y narrativa larense del siglo XIX, incluidos en sus primeros Textos de 1894 y 1896, que expresado por él deberían de estar en los primeros trabajos de su auditoria investigaciones de nuestra rica memoria histórica de la cual pudo producirla por el auspicio de la dirección de extensión de cultura de la Universidad Centrooccidental Lisando Alvarado de Barquisimeto, Estado Lara. Nos llega un cuarto enfoque lo podemos encontrar anclado en los trabajos de investigación del profesor y poeta Trujillano Yeo Cruz, el cual recopiló una seria de poemas de poetas de todo el territorio castrense, una Antología titulada Carora y sus poetas, 2007, por lo tanto es uno de los libros que recoge autores del siglo XIX y XX e incluyendo algunos en sí de los primeros 10 años de este siglo XXI, es una obra emblemática donde el autor hace un esfuerzo literario en preservar, custodiar y reguardar nuestro renombre como Caroreños Universales. En otra perspectiva la poesía, no culmina allí, sino que continúa su andar con un quinto capítulo más actual, por medio de la Revista de Cultura Principia, órgano literario producido en la Universidad Centrooccidental Lisandro Alvarado, bajo la tutela del poeta Orlando Pichardo, en la cual se elaboró una Separata de los poetas que integraban los Centros de Creación Literaria de Carora, Estado Lara, compilación de los TSU Abelardo Domínguez y Jesús Rivero 2009, donde se aprecia la poesía de niñas y niños de edades de 11 a 12 años y adolescentes de 14 y 16 años, un total de 30 poetas que escribieran para el lapso 2009-2011. Posteriormente a esto surge un sexto y último momento registrado en nuestra localidad de nuestra poesía Caroreña, pero en este caso en la población de Aregue, Parroquia Chiquinquirá, Municipio Torres, Estado Lara, donde un grupo de Jóvenes de la Unidad Educativa Largio Jiménez, desarrollo una Antología de poemas dedicados a la Virgen de Chiquinquirá de Aregue, son 112 poemas para Nuestra Señora del Rosario Virgen de Chiquinquirá de Aregue, titulada Antología Poética, 2013, bajo la tutela literaria del Profesor y Poeta Freddy Angulo Lozada, un libro que hace alardes a la exaltación, poder y fe mística que guarda y da nuestra Virgen india. Tomó estos primeros hechos como referencia para dar pie, a mi disertación en este coloquio literario, en nuestra ilustre Biblioteca Publica Riera Aguinagalde de la Casa Amarilla de la comunidad de la Bolívar de esta ciudad levítica, porque es mi deber como escritor de esta Nueva Generación de Poetas Jóvenes Caroreños, dar a conocer, desde mi punto de vista cosmogónico de como ha venido surgiendo un cambio significativo en el Arte poético, al estar influenciado por el paisaje xerófilo, por este calor solano de sabores y estímulos liricos del canto y la música de los elementos que conforman el todo, en un ir y venir en el verbo que camina por este sendero de tradiciones y matices, que deben de fijarse en nuestro ser, es por eso que nuestra poesía ha madurado y se acrecienta en cada instante en nuestro alrededor del tiempo y el espacio, en el canto de un pájaro, en lo punzante de nuestra geografía y relieves naturales, en nuestra esencia de Caroreños emblemáticos, es así que nuestros máximos representantes nos han engalanado fuera de nuestras fronteras, no es tarea fácil, ni difícil escudriñar nuestro espíritu creativo, porque siempre está despierto para escribir y declamar un poema a la amada tierra que nos vio nacer, nos cría, desarrolla, fortifica y resguarda en sus entrañas en alguna momento, somos los garantes fieles en ensalmar y exaltar nuestro nombre como “Caroreños” hijos ilustras de esta facunda tierra como nos bautizó un día nuestro libertador Simón Bolívar, con su gentilicio y bondad, por eso nuestra poesía sonante enrumba a nuestra realidad de la palabra en medio de un remolino humano en el que confluyen mundo, barreras y rupturas, una poesía que se hace entonces en el campo y las calles de las catacumbas bucólicas de este terruño, en las esquinas y dentro del barrio, los rapsodias desencadenan una trama recóndita y prodigiosa dentro de los vocablos del habla y la escritura en los versos en lo que es el amor, no le es esquivó, ni se hacen a un lado para dar paso al eco del alba, crepúsculo y las sombras, puedo decir que nuestra voz poética, no se esconde, ni se aleja de las culpas y penas, sino que se va de frente a la diversidad global de la adversidad, la contempla, la vive, la escribe y la multiplica en demostrar los valores elementales contenidos y contemplados en las metáforas que se conjugan con gracia y grandeza. Finalmente, la Nueva Generación de Jóvenes Poetas Caroreños tendrán la tarea y el deber literario de recoger con su lápiz sus esencias culturales, la deberá de escribir hábilmente con la fuerza mágica del pensamiento como diría un día nuestro sabio Don Cecilio Zubillaga Pereira, la deberá de demostrar, muestrear y compartir, distribuyéndola a la disposición de todos para mostrarnos que es posible sembrar entre las piedras, albergar a las sombras cálidas de la aurora entre manos creadoras, desentrañar el olvido del tiempo, andar contracorriente lleno de cantos preñados y desprender de las distintas vertientes poéticas, todas las luces liricas, cuando el amor y la paz nos llame.

lunes, 23 de septiembre de 2019

Mario Abreu Color y Magia de America



Prof.  Poeta Fredy Angulo

Correo: freddyangulo1@hotmail.com

                               Mario Abreu Color y magia de América



Mario Abreu abre  las puertas del próximo milenio y su obra y su palabra se asoman plenas de vida. Conciencia lúcida y aliento vital del arte del Siglo XX  venezolano, desde que advino a las Artes Plásticas se hizo certera nombradura de la América mágica que lo recibió en Turmero el 22 de agosto de 1919. Ese día, seguramente, al pié del  altar de su madre, Georgina Abreu, se conversaba de muertos y aparecidos mientras la luz de las velas inundaban el cuarto de presencias míticas.

El maestro Abreu  se prendería de esa magia cuando aún era un niño que desandaba las calles de Turmero intentando atrapar la luz de las estrellas que estallaban frente a las lámparas de carburo. Entonces  se fabricó un reino sin linderos ni verdades que impidieran su entrada  al universo de revelaciones que significaba todo el mundo mágico del pueblo nativo, por donde transitaban antiguos caballeros y en el cual nadie podía crecer  sin que fuese tocado por los signos de la brujería.

Muy pronto supo que el mundo es un compendio de sensaciones  como aquella que descubrió en el propio patio de su casa cuando tocó una planta y ésta se durmió en sus manos. Entonces “la negra” Amelia Borges, su madrina, abrió el cuerpo de los ritos y mitos propios de la santería que en él  floreció transformada en arte, en sus objetos mágicos, en una  obra que cada día tiene más vigencia , y, seguramente, hace que se repita su aprendizaje en cada niño que se asoma a ella, y toca la  sensibilidad más pura que un artista pueda transmitir.

En los anaqueles de la pulpería de Tomás Belmonte, donde ganaba el pan a los 9 años, descubrió que los sueños se pintaban y aprendió a copiar las ilustraciones de Leoncio Martínez “Leo” en la Revista Fantoches, y llenó el rancho donde vivía con aquellos dibujos. Esos recuerdos le acompañarían durante toda su vida, como  aquel  que llegó un  marchante  árabe a su casa y exclamó: “Caramba, quién hizo eso. Manden a ese muchacho para Caracas”.

Al hablar de aquellos años  refería:  “ Hay una soledad del hombre que tiene gran peso en mí, que la siente uno de niño; entonces cuando se trata de dibujar en un papel , es como si esa soledad se acompañara con la creación. El trabajo es un intento de comunicación espiritual con el otro. Yo empecé a copiar las caricaturas de Leo, empecé a dibujar y traté de tener una relación con el otro que estaba basada en una copia, pero con una intención ya de crear algo y de hacerme sentir dentro de la sociedad (...) me motivó el entorno, el paisaje y  darle una respuesta a la soledad”

A los 11 años ya Mario Abreu habitaba en Caracas, en el barrio Monte Piedad, donde trabajaba como mandadero. Le impactó la ciudad de mucha luz que contrastaba con  su pueblo de origen donde se alumbraban con carburo. Allí conoció a su padre. Dos años más tarde vuelve a Turmero a trabajar en la bodega  de Belmonte, que en su testimonio era el Ateneo del pueblo.

-Las conversaciones de los arrieros que iban llegando con el café y el maiz eran para mi pura magia, y tenían mucho de humor. Recuerdo un viejo que solía pedir: Deme un ron y una escoba. ¿ Cómo es eso? le contestaban. “Pues lea la etiqueta-respondía el viejo sin dientes-Allí dice Ron Ibarra.”  Otro arriero recitaba “Agua pide el labrador y el marino pide viento”. Lo mío era oír pero sobre todo lo visual .

                       PULIENDO VIDRIOS  DESCUBRIÓ EL ARTE
    La estrechez económica y la necesidad de  errancia que había prendido en  Abreu  le llevó nuevamente a Caracas. Allí, después de desempeñarse como repartidor en una bicicleta, tuvo su encuentro con la obra de grandes artistas. Fue en la Casa  Benzo, especializada en marquetería, donde trabajaba como pulidor de vidrios, que conoció   la pintura  de importantes creadores  venezolanos.  Bajo la tutela de su hermano Martín, marquetero de oficio, fue creciendo en él la vocación por la pintura.

     “Decidí estudiar de noche en la escuela pero no recuerdo si por fin saqué el sexto grado. Creo que no. De allí me iba a la Escuela de Bellas Artes, que quedaba en la esquina de El Cuño y estudiaba una hora de pintura. Vino un concurso para obtener una beca de cien bolívares mensuales. Lo gané. Era un concurso bondadoso que veía más el esfuerzo que los conocimientos. Me vestía con la ropa de mi hermano y entré de día  a la Escuela de Bellas Artes. Mis compañeros eran Soto, Cruz Diez, Alejandro Otero, Pascual Navarro, Régulo Pérez, Mateo Manaure, Trompiz, y Carlos González Bogen, entre otros.”

    Al referirse a sus maestros de aquel tiempo Mario Abreu confesaba: “Nosotros tuvimos  unos maestros que fueron tan buenos como los podría haber tenido la escuela de Bellas Artes de París. Eran hombres de gran honestidad empeñados en formar nuevos valores. Rafael Monasterios era sencillísimo, Marcos Castillo, el gran Antonio Edmundo Monsanto, Pedro Ángel González, y otros maestros como Juan Vicente Fabbiani, Rafael Ramón González , Luis Alfredo López Méndez y César Prieto. Fue un tiempo muy bonito ese de la escuela. Yo seguía las pautas de la escuela que aunque liberal se apegaba a las técnicas tradicionales del conocimiento.”

    En opinión de la crítico de arte Katherine Chacón en el estilo de entonces pueden verse algunos rasgos derivados del Cubismo -movimiento que , según la enseñanza de la época, representaba la máxima vanguardia- a través del afán constructivo con que son realizadas las figuras y dispuestas las formas en el espacio.

    En 1947 el maestro Abreu culminó sus estudios en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas, y realizó su famoso autorretrato en el que a juicio de K. Chacón la rotunda construcción de la figura comparte ciertos rasgos expresivos, y se perfilan algunos temas que, como el Cristo, serán trabajados ampliamente en etapas posteriores.

    El año 1948 tiene especial importancia para el desarrollo de las Artes Plásticas en el país. Esa es la fecha de la creación del  Taller Libre de Arte, que se propone indagar en la problemática  artística latinoamericana  y se confronta  con el  famoso Grupo de Los Disidentes, con el cual entra el arte venezolano en la modernidad..

    Para Mario Abreu el conocimiento de la obra  “ La Silla” de Wilfredo Lam en la casa de Alejo Carpentier, escritor cubano que habitaba en Caracas,  le acercó a su propio mundo al revelarle una especie de magia selvática. Las obras posteriores a ese encuentro y el testimonio del artista refieren el profundo impacto que produjo en él la obra del célebre pintor cubano.

    Apuntaba  Miyó  Vestrini  que para entonces Abreu “quería fusionar lo representativo y hacer una pintura que fuese más llanto, más grito , más exaltación de la tierra , exuberancia, enigmas.”

    En 1952 ganó el Accésit al Premio Nacional  con “El Gallo”, lo que le permitió trasladarse a París. “ No era mucho dinero-decía Mario Abreu- siete mil bolívares eran algo. Con eso y con una beca de 300 bolívares que me dió la Gobernación de Aragua llegué a París. Recogía periódicos  por la calle con Jacobo Borges y tocaba maracas acompañando a  Soto en los bares. Todavía no manejaba un criterio conceptual sobre mi obra, sino más bien vivo, en el sentido orgánico de las cosas. Fue en 1960  que comencé a trabajar con los objetos”.

NACIMIENTO DE LOS OBJETOS MÁGICOS

Al referirse a los primeros años de la obra de Mario Abreu los críticos la definen como “reflejo de un expresionismo simbólico que se apoya en temas americanos, formas del folclor, animales híbridos , temas religiosos plasmados en imágenes poéticas”.

    Es en 1960 cuando nacen los primeros Objetos Mágicos, a los que denominó Santerías. Serie que inició con la obra “ El Ojo de Dios”. Abreu se fue por las calles de París recogiendo desechos y transformando los objetos de uso cotidiano en obra de arte. En entrevista que le hiciéramos en Maracay, a finales de mayo de 1986, nos confesó el origen de esos objetos.

    -Un día, en París, vi a Soto haciendo su trabajo de cinetismo, y los otros que también estaban en esa búsqueda cinética, había una búsqueda  abstracta y yo no entendía nada de esa vaina, y me decía: yo quiero hacer una cosa que esté en la modernidad pero que al mismo tiempo tenga vinculación con lo que yo soy. Entonces un día le dije a Marcos Castillo: yo quiero hacer una brujería, acompáñame, entonces cogí un cajón y nos fuimos a la calle, recogí desechos botados, muñecos, flores viejas y las pegué en el cajón. Ese es el origen de los objetos mágicos, pero yo fui al Museo del Hombre a ver la magia en las culturas africanas y eso me ayudó a sustentar mi trabajo. También un poco sustentado por los objetos poéticos de los surrealistas. Fue un encuentro conmigo mismo, recordaba los santos de mi pueblo, y me dije: Voy a hacer una especie de santería, que después le puse el nombre de objetos mágicos”.

    También refería el maestro Abreu, en esa oportunidad, que el encuentro con París le dio esa apertura, pero siempre regresando al mundo que había vivido, cosa que ocurrió también con su pintura. “De ese tiempo es La  Dama Vegetal, es decir, siempre mi búsqueda es una relación con la naturaleza, con la vegetación, con la fauna, con la selva , con lo mágico, por eso la escuela que me llamaba la atención era  ya la escuela surrealista. Eso me alimentaba mucho, veía que era un lenguaje libre, basado sobre el inconsciente y eso era lo que yo estaba tratando de hacer,  una pintura que viniese de mis vivencias , de mis recuerdos, del país donde yo soy, eso fue lo que hice y eso fue lo que quedó, porque esos objetos mágicos han hecho daño y hay quienes comienzan a llamarlo a uno maestro”.

En Venezuela los Objetos Mágicos se dieron a conocer en una Exposición Individual realizada en el Museo de  Bellas Artes. En la presentación de la misma el artista apuntó: “ busco a través de las ordenaciones plásticas y de los contrasentidos, y en las oposiciones de fuerzas, develar el acto mágico; sacrificando los estados complacientes para crear fuerzas vivas y de esta manera animar los objetos. En ellos aporto la evidencia de mi propia demarcación física y psíquica, no cerrándome a las puertas  del  Universo y aceptando mi alienación activa (...) considero la pintura como una filosofía potencial y viviente, ella debe latir en todos los corazones y ser respirada por el Universo entero (...) busco en lo imposible para demostrar que no soy yo sino el otro. Soy la multitud en mi propio devenir”.
 
    En torno a esa exposición el poeta Juan Sánchez Peláez refirió que el caso de Mario Abreu era singularísimo dentro de la plástica venezolana “ Ha elegido entre tanta exuberancia fácil, el máximo rigor. Siempre fiel a si mismo, parte de cero y realiza en cada acto creador, la gran aventura. Ha opuesto a la habilidad el riesgo, a la paleta que ejecuta , la mirada; al oficio de representar las cosas, la invención del poeta”.

¿ BRUJO? ¿MAGO?

    Edificador de una poética  que comenzó a soñar en el Turmero de su infancia Mario Abreu nos recuerda  a los antiguos alquimistas, cosa que el sustentaba  cuando afirmaba ser un artista  que podía perfectamente haber habitado siglos antes de Cristo. Jamás renunció a su porte de patriarca campesino, y era común encontrarlo en un salón de arte interrumpiendo una conversación  para buscar un pedazo de tierra donde escupir su boleada de chimó. Cada taller de Mario Abreu era un altar  en el que cabía toda la imaginería de América, sin embargo cualquier respuesta a sus condiciones de brujo y de mago estaban en su obra.

    “Todo se debe al enfoque que yo hago  de lo mágico en el arte, es una predominante en mi obra. Yo busco lo mágico como fuerza primigenia, que es lo que da impulso, después vienen otras cosas. Lo primero fue la magia , desde las primeras cavernas cuando el hombre impregnaba las manos en los sitios que habitaba, esos eran actos mágicos. Yo creo que tenemos ese potencial vivo, que no se ha agotado”.

    En 1975 Mario Abreu obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas y por esa misma época comienza a trabajar la técnica del pastel. De manera que cuando en 1980 presentó la  exposición  individual “El Mundo Mágico de Mario Abreu”, en la Galería Durban, en Caracas,  confesó:  “Vuelvo a la pintura, al pastel, porque ella me permite mucha flexibiliad y más rapidez en su confección, lo que se traduce en un trabajo mucho más espontaneo. El objeto en tanto requiere mucho  más tiempo de observación, recolección y selección de los materiales. En cuanto a diferencias, yo creo que hay una unidad de trabajo que está manifiesta desde el comienzo de mi obra, pero yo no podría establecer diferencias. No podría decir a mi me parece que es lo mismo, porque eso corresponde al crítico y no al artista”.

    En 1981 el Museo de Arte Contemporáneo de Maracay realizó la exposición “Homenaje a Mario Abreu”, con la presencia de  importantes creadores del país. En 1985 la Asociación Venezolana de Artistas Plásticos- AVAP- le otorgó el Premio “Armando Reverón” en reconocimiento a su larga trayectoria creacional  que ha aportado códigos artísticos de profundas raíces en la búsqueda de un  carácter latinoamericanista, perfilando en las Artes Visuales venezolanas  una tendencia que reafirme la proyección de su obra  inserta en una identidad nacional”.

    Según algunos críticos su obra comienza a cambiar , favoreciendo los tonos apastelados y las imágenes de ensueño, lo que fue definido por José Balza  como “un erotismo poético”, tal como se evidenció en la Exposición “Las Puertas del Reino” en la Galería G de Caracas, y en cuyo catálogo el mismo Balza escribió: “Dos grandes secretos musicales producen la unidad y el encantamiento de esta exposición. Por un lado el delicado uso del pastel. Contornos, atmósferas, sugerencias, todo adquiere una textura de terciopelo, acariciador ,delusorio. El color enfatiza una sintonía del verde, para que irradien los amarillos y el rojo heráldico. Por otro lado, aunque únicamente aparezca explícito  en algunas ocasiones, cada obra es fiel a un principio orgánico: el óvalo”.

En 1990  la Galería  Municipal de  Arte de Maracay organiza la Exposición Antológica de Mario Abreu. El artista fallece en la ciudad de Caracas en 1993,  año  en el cual el Museo de Arte Contemporáneo de Maracay toma su nombre. Y, en 1994 la misma institución realiza la muestra  “ Homenaje al Gran Mago”, que abarcó 50 años de actividad creadora  del maestro turmereño. 

Viajero del mundo, su obra, que en opinión de muchos entendidos tuvo un reconocimiento tardío,  se erige como uno de los legados artísticos  más importantes de la América que fue el color, la magia y la pasión de su vida. 


                                         AMIGO DE  LOS POETAS

    Desde su nacimiento como artista Mario Abreu  anduvo de la mano de la poesía. Confesaba su admiración  por los surrealistas y su hermandad con los poetas venezolanos, a quienes consideraba  como los mejores lectores de su obra , sobre todo la  generación de los años 60.

    “ Vivíamos en un constante ir y venir, había un amor muy fuerte entre nosotros, teníamos mujeres, amores, pero la idea nuestra era tomar el país, recorrerlo, conocer sus pueblos y sus ríos, bautizarlos como una vez lo hicimos en Altagracia de Orituco. Fue una locura muy linda dentro del país y desprendido de todo. Ese período fue muy bello, se fundó la Pandilla de Lautremont, luego La República del Este, entonces yo creo que desde el punto de vista vivencial yo he vivido intensamente con mis amigos los poetas”.

   
                EL ALTAR DE LOS POETAS
       
                                    Santos López   
“Yo, Mario Abreu, considero que en un país  donde no existen  críticos especializados, los poetas  vienen a ser  los más cercanos a una genuina  interpretación  de mi plástica. Una de las fallas de la pintura  venezolana ha sido  la poca comunicación entre los artistas plásticos y los poetas, que son los más próximos  a un estado  de revelación  del inconsciente”, dijo Mario Abreu cuando exponía su “Mundo Mágico” en 1980, en la Galería Durbán.
A cinco años  de esa declaración, hoy  todavía la mantiene con mayor fervor.
-¿Qué representa  para usted  haber mantenido siempre estrechos vínculos  con los poetas venezolanos?
    -Representa mucho. Los poetas son como  un campo abierto. Tienen una ventaja  sobre los pintores. son más despojados ( cuando son verdaderos poetas); tiene la suerte  de ser los más pobres, y da  la impresión  de que nosotros  los pintores  tenemos la mala suerte  de ser más ricos, porque la sociedad compra nuestro arte. A los poetas se les lleva en el corazón, en los sentimientos. a veces  a nosotros nos llevan  en los ojos  y nada más. En poesía tal vez no se especula tanto,  sobre  la pintura  si se especula  y hasta se vive de esas especulaciones.
Hay más todavía, con los poetas  se puede conocer el infierno y la belleza del infierno. Los poetas deberían ser guías del universo, si acaso ya  no lo son. Son los más desarticulados y no los devora la sociedad de consumo. Tal vez porque sus barcos no están anclados”.
    -¿ Le gustaría ser poeta?
-Mi gran frustración es no ser poeta. Yo pretendo serlo. Uno de los pintores  que más intensamente  ha convivido con los poetas creo que soy yo. Mi gran admiración  es tener  el atrevimiento de escribir un poema” ( El Nacional, 30/06/85)

 
            MARIO ABREU GALLO-LOBO
                                    Ramón Palomares

El otro día los aullidos de Mario Abreu entraron por mi cueva  volteándolo todo alrededor y formando tremendo alboroto. El Mario estaba disfrazado de gallo lobo y se empeñaba en arrebatar del sueño aquellas corrientes y raídas piedras que suspiraban en la luz cenicienta . Había sido una tarde casi inmóvil hasta ese momento de sus cantos- rugidos, y el ámbito había permanecido tranquilo, más bien plácido en su rugosa y parda melancolía.  Entró entonces este mago convertido  en plumas y pelambres, pico largo hocico, acompañado de una mesnada  de zumbantes colores entre los que privaba el rojo impresionante  de crestas volcánicas y brasas de cayenas que abrían en el aturdido espacio su asombrosa alucinación. Fiero, el Mario aventajaba a aquellos pobres habitantes del gris que mantenía yo con especial cuidado de sus celajes de amanecer, naturalmente albas lluviosas. De modo que al punto de su estruendo hubo, aparte de la estentoria  conflagración  de aullidos y cantíos, una revelación estallante en todo el contorno: los nuevos colores se desprendían de aquel pequeño cielo dando ocasión a un increíble triunfo de amarillos y anaranjados, hechos trizas entre mandíbulas y espolones amén de picos  y ojos incandescentes, pues la furia de un mago así puede enceguecer  al mismísimo ojo celestial.
    -Mario le dije- ¡ Basta! Tus aullidos rabiosos han convertido mi cueva en desenfrenado, rugiente, maldiciente trópico ( Debo reconocer que pedía tregua). Entonces él, con su ojo izquierdo que mira como a trancos, hizo un visaje  todavía más endemoniado y se revolvió entre secretos y malignos conjuros , y dando un zarpazo terrorífico hizo aparecer en el de repente y ya sereno recinto un ángel irradiante que nadaba entre música: un Ángel Otro que desde entonces me acompaña intercambiándose  muchas veces  con mi propio Ángel de La Guarda.
                                ( El Nacional , 27-02-93)
   
                NATURALEZA VIVA
                                                          José Barroeta
Cuando hablamos de Mario Abreu es imposible olvidar que estamos frente a un hombre que pasa la noche en el infierno y regresa con palma bendita en el corazón. Padre y madre, pintor, músico, poeta, muerte y relámpago de todos, Mario Abreu nos ha descubierto a sus amados de la Pandilla Lautremont, que más allá de la literatura está la vida, que los colores son ramajes de éste y otro mundo que nos inquietan para que la tierra tome el  encanto de la noche y  vuelen gallos sonámbulos entre la infancia, los montes y la muerte. Es el más grande de nuestros magos y con él aprendimos a celebrar equívocos y a nombrar con reverencia la tierra . Su pintura es la del profeta que ha cruzado con ojos de Turmero la vida y que deja el agua, la edad de la mujer y de Dios, derramada sobre un trópico amado. Desde su ventana abierta miran los mundos y nosotros como frutos, como árboles  y animales sedientos  aguardamos su lluvia para recomenzar nuestra errancia.


ARBITRIO DEL TROPICO
                           
                            Ángel Eduardo Acevedo

    Por las artes, que es igual decir la amistad y la vida  fraterna de Mario Abreu, mis efluvios se llaman copa y sobrio rigor, hartazgo de trópico podrido y obediente  castidad: se llaman voluntad  de voluntad.
    Por el arte de su compañerismo le hago guiños  desde la rendija de un cuajado pastel de serpientes  que configuran  a la vez  su rostro, el mío y el de nuestra América.
    Por su humor inagotable  y grave  que ni  desafina ni da tregua aún en  los aniversarios de  nuestros muertos entrañables.
    Por quien dejó  a mi arbitrio el elevado cargo de transhumar con Vicent, que dijo sobre Mario “El es la fuerza de la naturaleza”.
    Envía el agradecimiento de todos.

MAGO, DEVUELVE
                                Luis Camilo Guevara

Oye tú, Mago, las felicidades y las desdichas
son como un alboroto dentro del corazón
y cuando  se hacen  muy largas o muy cortas
ya no parecen sino pencas embrujadas
que se le atraviesan a uno  en los  trovares del alma.

¿No ves
que estamos fallando y ya  uno de nosotros
(el más nosotros)
anda extraviado
entre las malezas picoteadas de abril?

Resucítalo tú, en los celajes con tronos de lechuzas,
en los bejucales encendidos  por donde  pasa el río
de los amores de siempre.

Resucítalo, ahora,
cuando oficias en medio del asombro
entre mujeres aladas, hechizos, pájaros realengos,
cuando estamos tocándote y esa gracia nos abre el cielo
de par en par.

MARIO ABREU SEGÚN EL MISMO

“No me interesa la pintura por la pintura, me interesa mi propia profundidad navegante  en el presente, pasado y  futuro; trabajo  como un alquimista ubicando los objetos en el espacio, complejo en su propia demarcación; yo no cuento más  que con los estados  de iluminación, no por el desarreglo de mis sentidos, sino por el arreglo de todos los contrasentidos”.

Sin embargo, a juicio de algunos observadores, su obra  parece responder  a una rigurosa  concepción racional.
“Yo considero que mi obra en el plano de la realización  o estructuración  de los elementos pueda parecer racional. Todo arte  es una organización  del espíritu donde los razonamientos  no sirven  sino de medios de  comunicación  con lo profundo  de la conciencia irracional. el problema está  en que detrás  de lo racional, el contenido es mágico. Yo, Mario Abreu, considero que en un país  donde existen  críticos especializados, vienen a ser los poetas  los más cercanos  a una genuina interpretación  de mi plástica. Una  de las fallas de la pintura venezolana ha sido la poca  comunicación  entre los artistas plásticos y los poetas, que son  los más próximos a un estado de revelación inconsciente”.

Si me permite, debo confesarle que  muchos otros han preferido ver en Ud. a un artista puramente intuitivo, elemental.

“Eso se debe, fundamentalmente, a mi manera de ser y, si se quiere, a mi configuración étnica. Yo fui un hombre de campo, agricultor, y he permanecido vinculado a las manifestaciones  de tipo popular, aún folklórico, lo cual ha motivado  que algunos me hayan  calificado, equivocádamente, de “pintor primitivo”.
“De ahí que  cuando me dicen que mi pintura  tiene el estilo de los llamados “primitivos”, no lo tomo  como una subestimación.  En un continente  con 500 años de influencias, tenemos  muy vigentes  la raíz autóctona  que yo quiero  y deseo conservar, elaborando  y desentrañando  su poderosa lección”.

Esa “raíz autóctona” a que Ud. se refiere, ¿tiene algo que ver  con la llamada “ búsqueda de una pintura nacional?
“ Yo no  he tratado  nunca de hacer  pintura nacional.  Tampoco se puede ubicar  mi obra  en un nivel  popular o folklórico. Respecto a las superticiones populares no me han  costado  ningún esfuerzo, puesto que  ellas forman parte  de mi propia experiencia vital”.
“El pueblo entiende  hasta dónde  eso funciona  ritualmente, pero los órdenes estéticos que establece el artista, esos no le llegan...”.

    ¿Cree Ud. deberle algo a sus 10 años en Francia y, en todo caso,  qué tipo de correspondencia  establecería  entre Europa y el mundo latinoamericano?
“Por supuesto que sí. Experiencia humana y técnica, si bien la orientación  de mi pintura sigue en la línea americanista, que no tengo el propósito de abandonar”.
“Los europeos han sabido muy bien  hacer sus  injertos llevándose las semillas vivas de África, de América, del Japón, de la India; en cambio  las semillas transportadas por nosotros de Europa son famélicas, esterilizadas, estíticas o estéticas”.
“Debido a su gran cultura, Europa  tiene las  posibilidades de captar  más rápidamente las sugerencias que América lo puede hacer  y, por  consiguiente, hacer  un injerto mucho más vitalizado que el que nosotros  pudiéramos  hacer  bajo las sugerencias europeas. Pero creo también  que  en la hostilidad del medio se pueden lograr resultados  directamente proporcionales  a esa hostilidad. Cuanto más  difícil y contrario, más nos superamos  en nuestros logros. Nosotros tenemos una vitalidad que nos puede llevar  a un potencial impresionante. Por  todo ello creo que la lucha  que tiene que sostener  el artista venezolano es vital para la creación artística”.

    ¿Constituye Mario Abreu un ejemplo de artista revolucionario?
“Yo podría decir que soy un hombre de posición  revolucionaria, pero esto lo testimoniaría dejándolo viviente en mi obra. Desde que empecé a tomar conciencia del mundo  exterior , he estado  plenamente identificado  con los problemas humanos de los cuales  yo he sido  uno de los tantos  pintores  que han pasado  por angustias tremendas. Yo  considero que  la posición actual  del artista  en América debe ser  la búsqueda  profunda  con los problemas  esenciales de la plástica y lo que  corresponde  al medio social en que uno vive.  Personalmente  mi posición como artista  ha sido bastante clara, interrogando siempre desde América, busco testimoniar  todas esas conmociones de mi sentir y vivir social”.
“Mis obras están ligadas, en lo plástico,  a una geografía, concretamente  la venezolana, que me  atañe desde todos  los puntos  de vista. Y en el orden universal, a la trascendencia  o alcance  que pudiera  tener la intención  del contenido  en la obra. Por lo general trato de expresar  las enormes  conmociones  de este continente joven y de un pueblo joven, como  el nuestro”.

Su visión de mundo, como puede verse, corresponde  más que a una  ideología, a un orden de ideas independientes y autónomo  donde la PINTURA constituye  una filosofía potencial y viviente, llamada a latir  en todos los corazones  y ser respirada  por el Universo entero . Nada más simple, ni más vasto.
“Todos los relojes  se han detenido-al decir de Jean Claude Tertrais- y contienen la respiración. El pájaro Abreu se aleja, sembrando  de lava  con su cola encendida el delta del Orinoco, en la  encrucijada  que forman  la Sierra Parima y la Calle Germaine”.
Francisco Da Antonio. (Catálogo de la Exposición retrospectiva de Mario Abreu en la Galería Universitaria de Arte, Caracas, Octubre 28, 1977)


                                               BIBLIOGRAFÍAS


    • ALVARENGA, Teresa. Más importante el Museo del Hombre que  el de Arte Moderno.  Suplemento Cultural de Ultimas Noticias. Caracas. Noviembre.12 -1972.

    • BALZA, José. El Fiero ( y Dulce) Instinto Terrestre. Ejercicios y Ensayos

    • BARROETA, José, Ramón Palomares y otros. Catálogo Las Puertas del Reino. Galería  G. Caracas- 1985

    • CHACON, Katherine y Gladys  Yunes. Cronología comentada de Mario Abreu. Catálogo “Homenaje al Gran Mago Mario Abreu. Museo Contemporaneo de Maracay Mario Abreu. 1994

    • DA ANTONIO, Francisco. Mario Abreu según él mismo. Catálogo-Exposición  retrospectiva de  Mario Abreu. Galería universitaria de arte. Caracas. Octubre 28-77.
    • LÓPEZ, Santos. Pintar es caminar por dentro. El Nacional. 30-06-85

    • RUIZ, Pedro. La
Memoria de Aragua, Volúmen I.  Editorial Mara. Caracas. 1989.

    • VALDEZ , Teresa. La Verdad Mágica  de Mario Abreu.  Diario de Caracas. 30-11-90.
  
















miércoles, 3 de julio de 2019



La Evocación Poética de Ana Enriqueta Terán

Profesor. Freddy Angulo Lozada
freddyangulo1@hotmail.com


Su poesía toda esta signada por el soneto verde y nublado de su Ciudad Natal Valera de su corazón amado del Estado Trujillo. Nace para el año 1918 de los primeros años Cuarenta del Siglo XX, donde se desarrolla a la edad comprendida entre los veinte y treinta años, donde esta mujer Merideña hechiza para esta época a los lectores apasionados y empedernidos con su majestuosa creatividad al escribir en forma inspirada su primer poemario, Al Norte de la Sangre (1946), que la catapulta perspicazmente como una chispa vivaz de un alma jovial y juvenil aventurándose a lo simple y complejo que guarda siempre la lirica sembrada en lo sustancial de la vida, el amor, el canto, la muerte, la pasión y el erotismo que conjuga su voz poética. 

El contacto cálido de su fulminantes sonetos coléricos hace que todo lector quiera sumergiese en el delirio nostálgico de su constructo creativo, ya que para este momento es considerada como una de las figuras más significativas de las Letras Venezolana para este comienzo del siglo XXI, además de ser una de las damas celebres que logra obtener el Premio Nacional de Literatura (1989) y de ser una de las de las poetas con trayectoria Nacional, Internacional y Mundial, a lado de las Poetisas: Enriqueta Arvelo Larriva (1889-1962), Ida Gramcko (1924-1944) y Elizabeth Shön (1921-2007), quienes dieron una huella de valorable honor a las Voces Femeninas Literarias de este continente Latinoamericano y Caribeño. 

Esta celebre escribiente, no perteneció a ningún circulo o grupo literario, aunque en su apogeo estuvo de impacto para la década de esos años, el Grupo (Viernes 1936 y el Grupo Contrapunto), que dieron grandes luminarias poéticas como: Vicente Gerbaci, Fernando Paz Castillo, Juan Sánchez Peláez, Juan Calzadilla, Ramón Palomares, Rafael Cadenas, Eugenio Montejo entre otros.
Asimismo, podemos describir la importancia de su traslado a la ciudad de Caracas donde estudia en el Liceo de las Mojas de San José de Tarbes, luego de graduarse en Letras. Se dedica con rigurosidad y fervor a la creación poética constante. Se dedica a crear y viajar. Transcurre su vida entra los países de Uruguay, Argentina y Paris. Como una cadena de eslabones telúricos aparecen sus obras poéticas: Verdor Secreto (1949), Presencia Terrena (1949), Testimonio (1954), De bosque a bosque (1970), Libro de los oficios (1975), Música con pie de salmo (1985), Casa de hablas (1991), Albatros (1992), Construcciones sobre basamentos de neblina (2006), Autobibliografía en tercetos trabados con apoyos y descansos en don Luis de Góngora (2007), Piedra de habla (2014) y Extravagancias lúdicas (2016) una de sus obras más recientes del Editorial Fundación Biblioteca Ayacucho, que pude adquirir a una bajo costo en la Librería del Sur de Carora. Estado Lara. 

Su peña influyente en sus comienzos de escritura fueron las lecturas de Cesar Vallejo, Pablo Neruda y de los republicanos después de la Guerra Civil Española, porque todo estos factores son influyentes en su verbo clasicista de modernidad del Rubén Darío con su obra Azul y del Romancero Gitano de Federico García Lorca. 


Y finalmente esta poeta importante para las letras venezolana, hecha de ver su acervo importante de su crianza en la hacienda familiar donde rescata los sentimientos sensitivos de la fertilidad y fecundidad de la placentaria tierra mezclada con el trabajo y el ímpetu con las letras del despertar en el culto de las cosas más sublimas y nobles del espíritu del intelecto en el ser. Fallece el 18 de diciembre de 2017, a los 99 años de edad cumplidos.

viernes, 21 de junio de 2019










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La Calle del Árbol

En una época lejana de la segunda mitad del siglo XXI, a la ciudad de Tunja llegaban con frecuencia extranjeros atraídos por el ambiente ilustrado y en busca de paz para el espíritu. Extranjeros y locales disfrutaban de la ciudad en el ejercicio de las Artes y Letras. 
  
En la Ciudad; para tal fin, había puntos de encuentro en donde los vecinos se encontraban dos sucesos diarios y contaban las costumbres y los quehaceres. Tal sucedía con la calle del Árbol, punto de referencia para la conversación placentera era un hermoso árbol cuyas ramas casi tocaban las ventanas del segundo piso de un hermosa casa solariega, en la que ha de desarrollarse esta historia. Procedentes de Pamplona y ocultando un misterioso pasado, del cual solo se llegó a saber años más tarde, acaecidos en la Ciudad de Carora cuna de grandes hombres y hermosas tradiciones y cultura, Venezuela, llegó a la ciudad una familia que parecía ser muy ilustre por su parte y costumbres cortesanas. 
 
Se trataba de Don Jorge Voto, su hermosa mujer Doña Inés Hinojosa, Juanita, su joven e inocente sobrina y Don Pedro de Hungría, que al parecer no tenia con ellos ninguna consanguinidad. - ¡En esta pacifica ciudad estaremos tranquilos por el resto de nuestros días! - había dicho Don Jorge a Inés de Hinojosa, mirando la Ciudad desde los cerros y aún sin bajarse de los caballos. 
 
Se instalaron a vivir en la casa solariega de “la Calle del Árbol” Don Jorge Voto, su mujer y su sobrina. No necesitaron mucho tiempo para llamar la atención en la ciudad. La exuberante y extraña belleza de Doña Inés, (mitad India y mitad Española), la ingenuidad y dulzura de la núbil Juanita y el exquisito porte afeminado y galán de Jorge Voto, profesor de danza, pronto formaron parte del tema central de las reuniones de té de las damas y de las mesas de cantina de los encomenderos. Sobre todo del lenguaje descarnado y vulgar de los españoles. ¡Por la madre miá que está en España que esa mujer ha de ser para mi! - Recia Don Pedro de Rivera, encomendado de Chivatá, al misterioso Pedro de Hungría con quien había entablado una reciente amistad alrededor del vino, mientras su hermano Hernàn, dormía los efectos del alcohol sobre la mesa. Y os ayudaré para tal fin, os lo aseguro. - Dijo Hungría. - ¡Claro que eso costará un par de maravedíes! Satisfecho Pedro de Hungría apura su copa pensando que sus intenciones de venganza iban a cumplirse pronto de lo debido. 
 
Pedro de Hungría venia siguiendo a Inés de Hinojosa y Jorge Voto desde la ciudad de Carora en Venezuela, donde la Hinojosa, confabula con el bailarín, habían asesinado a su primer marido Don Pedro de Ávila. Pedro Bravo trazó un plan para acercarse a Inés, fingiendo estar enamorado de Juanita, y así fue como obtuvo la entrada a la casa de Jorge voto, quien la pasaba en reuniones sociales demostrando sus dotes de bailarín y sirviendo de consejero espiritual a otras mujeres desdichadas. 
 
Un día Pedro Bravo, aprovechando que Juanita se encontraba indispuesta y Jorge Voto dictaba sus clases de danza, aprovecho la oportunidad y le confesó su amor a Inés en medio de floridas y promisorias palabras. Tal declaración de amor impresionó mucho a Doña Inés, quien a solas recordó con ansiedad todos sus sufrimientos y sobre todo el desinterés por su belleza, en el que había caído Voto. Además, la propuesta de aquel hombre rico y apuesto le llamó la atención accediendo a los pedimentos amorosos de Don Pedro. A partir de allí los dos amantes comenzaron a arreglársela para verse sin que nadie lo notará, y una de las formas más osadas consistió en comprar la casa vecina y abrir una puerta que comunicara sus dos alcobas. 
 
Y allí entro el rostro iluminado de Juanita y el rostro ansioso de Inés, Bravo de Riera se entregó durante varios meses a su juego de amor. En medio de esta pasión desbordada, la figura de sus marido, éste se convirtió en la próxima victima de Doña Inés, de la misma manera que lo fuera Don Pedro de Ávila en Carora, como si el destino se le desvolviera para cobrar su pecado. Así que este encuentro clandestino, Doña Inés fue alimentando la determinación de que el mismo Pedro Bravo de Rivera se encargara de desaparecer a su marido el danzarín. 
 
Don Pedro cayó en la telaraña de los besos de su amante y aprovechando el interés de Pedro de Hungría en tomar ventaja contra Voto a Inés, efectuaron un plan macabro, el cual se llevó a cabo al dedillo como lo ejecutó Bravo. Indujeron a Voto asistir a un homenaje que ellos mismo le brindaron con abundante vino y cuando lo emborracharon lo condujeron a Santa Lucia, el lugar apropiado de la Ciudad, muy cerca de la plaza principal pero lleno de maleantes y allí lo abandonaron acompañándolo solo de su vihuela, el instrumento musical que le abrió las puertas de la exigente sociedad del momento, no solo en Carora sino en Pamplona y Tunja. Perdido y ebrio en aquel antro, Voto caminó en la oscuridad buscando el regreso al centro. 
 
Al final de un callejón Hernàn Bravo, encargado del puñal, y Pedro de Hungría con un farol en la mano. Como serpientes tras la presa, esperando silenciosos y en un abrir y cerrar de ojos el puñal buscó la carne en repetidas ocasiones quedando el cuerpo inmóvil sobre el empedrado. Lo que sucedió después fue de público conocimiento. Se regó la noticia como la desgracia y la gente vio correr a Inés despavorida por la plaza rumbo a Santa Lucia, y fueron testigos sobre el cadáver de su marido, implorando toda sus virtudes a gritos desgarradores, en una imagen digna de la mejor actriz de una tragedia griega. 
 
La investigación del crimen no se hizo esperar y el alguacil que ya había reunido importante información sobre la criminal procedencia de Inés y de Pedro de Hungría, ató sus cabos y confirmo sus sospechas. El mismo presidente Don Andrés Dìaz venero de la ley hizo acto de presencia y exigió que el crimen no quedase en impunidad. Hernàn Bravo entregó y confesó el crimen culpando como intelectual a Pedro Bravo su propio hermano. Inés de Hinojosa y Pedro fueron puestos presos en las mazmorras del tribunal y allí tuvieron tiempo de reflexionar y esperar su sentencia. 
 
Pedro de Hungría como una sabandija, al verse acorralado desapareció de la ciudad amparado por las sombras de la noche y hundido en el misterio nada se supo que fue de él y cuenta la gente que este extraño personaje tenia el raro poder de convertirse en árbol, piedra o animal. Inés de Hinojosa fue sacada de la cárcel y exhibida para escarnio público por todas las calles de Tunja. Llevada hasta el árbol frondoso de su propia casa, que fue testigo silencioso de todos los hechos, y colgada. 
 
Allí mismo, en el piso y sobre un tronco, fue decapitado bajo el árbol Pedro Bravo y de la otra rama colgado su hermano Hernàn. El árbol se secó poco tiempo después de ejecutadas las sentencias. Los pobladores durante muchos años no volvieron a pasar por allí sino de día , porque en las noches de luna llena se vio el árbol frondoso sostener en la rama principal el cuerpo esquelético de una mujer, y abrazado a sus piernas un hombre sin cabeza. 


 Fin